Eran las 2:00 am y Jimin seguía estudiando, tenía un examen importante mañana y no quería reprobar, Jungkook no podía conseguir el sueño al no tener a su omega al lado de él así que decidió salir a buscarlo.

Lo vio sentado en la mesa del comedor con muchos libros alrededor de él, estaba concentrado pero se podía ver su mirada de cansancio, sabía que si iba y le pedía que se fuera a dormir este no le haría caso, así que usó su vieja pero útil manera.

Se quitó su camisa y pantalones quedándose sólo en ropa interior dejando salir su forma animal, el tigre se acercó al omega y puso su cabeza en la pierna de este.

—Oh, Kookie, ya sé que tengo que dormir pero... —antes de que el pelirosa terminara de hablar el animal soltó un gruñido en desaprobación—. Está bien Hyung, déjeme guardar estas cosas.

Y así hizo, guardó sus libros y algunas hojas que tenía mientras el tigre lo veía sentado cerca de las escaleras, vigilando que Jimin cumpliera su palabra. Cuando terminó subió junto al alfa hasta su habitación y se tapó con las sábanas.

Jungkook volvió a su forma humana pero solo se colocó su pantalón de pijama, fue hasta el bulto en su cama y le quitó la sábana a su pequeño y se acostó al lado de él para abrazarlo haciendo que este ponga su rostro en el cuello del alfa.

—Te amo Hyung.

—Yo también Mimi —el alfa se levantó de la cama haciendo que el omega pusiera un cara de confusión, tomó una cajita pequeña que estaba en su closet y se volvió a acostar al lado del rubio—. Minnie, han pasado ya 8 años desde que nos conocemos, puedo decir que los mejores 8 años de mi vida, eres la persona que me hace feliz y tal vez este no sea el mejor lugar pero... ¿Quieres casarte conmigo?

—¡Si! —el omega se alzó encima del alfa y lo llenó de besos.

Tal vez no fue la mejor manera de pedirle matrimonio a su omega, pero ambos estaban muy felices, esa noche durmieron abrazados, sintiendo el calor del otro, en su burbuja de amor que nadie puede romper.

Solo ellos dos y nadie más...